He visto tantos amaneceres que ya no sé describir cual es más hermoso. He sentido cada rayo sol que se ha posado en mi piel. Y he caminado por la arena, que luego se veía cubierta por el agua. Me he despertado con días sin nubes, y con la luna tratando de quedarse un poco más para ver al sol. Las gotas de agua de una piscina llena de personas recorrieron mi cuerpo. He vivido los días más largos, y las noches más cortas. Sentí cada nota de esa canción que sonaba en cada fiesta, para luego hacer un repaso a los recuerdos que me traían. También miré tras unas gafas en otro color a las personas que quería. Y sonreí al ver que la cuenta atrás para el verano se había acabado.
Auyenté el frío en el regazo de mi padre, y dormí profuntamente al lado de mi madre. Grité hasta quedarme sin voz para quitarle un juguete a uno de mis hermanos. Y reí hasta llorar con mis amigos. Entrelacé mis dedos en otros que me acogieron. Y besé los labios que esperaban ser besados por los míos. Sufrí los daños de un desamor, y pasé páginas de un cuento de hadas sin magia. Me levanté con heridas y las cerré para continuar mi camino hasta la cima. Olí todo tipo olores mezclados, respondí a aquellos que me querían mal, e hice todo lo que quise.
Todavía me quedan cientos, miles de cosas que hacer, sentir y vivir. Mientras tanto, sigo feliz de no arrepentirme de lo que hago
Todavía me quedan cientos, miles de cosas que hacer, sentir y vivir. Mientras tanto, sigo feliz de no arrepentirme de lo que hago
No hay comentarios:
Publicar un comentario